«Es importante que el Gobierno de México aplique el Protocolo para la Protección de los Niños Migrantes lo antes posible», ha demandado la representante adjunta de Unicef en México, Pressia Arifin-Cabo.
Esta oficina de Naciones Unidas calcula que muchos de las cerca de 2.200 personas, incluidos 700 niños,
han estado esperando semanas, e incluso meses, en condiciones muy precarias, tanto higiénico sanitarias, como de seguridad, en el paso fronterizo de Matamoros, en el norte del estado de Tamaulipas.
«Tenemos que actuar ahora porque los niños no pueden esperar», ha enfatizado Arifin-Cabo, quien ha explicado que la «incertidumbre» a la que tienen que hacer frente los más pequeños tendrá «consecuencias para su supervivencia y desarrollo».
«La ansiedad de los niños pequeños es evidente cuando están lejos de sus padres, incluso cuando es solo por un momento», ha dicho Arifin-Cabo.