‘Semana del infierno’: la muerte de un recluta saca a la luz los excesos brutales en el entrenamiento de los Navy Seals

Suelen decirse los Navy SEALs entre ellos que «el único día fácil fue ayer», un lema que remite a su espíritu de resistencia ante situaciones extremadamente difíciles y peligrosas. Sin embargo, a tenor de lo revelado por un informe de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos desclasificado esta semana, puede que el único día fácil fuera el de ayer, siempre y cuando se sobreviva al entrenamiento. La muerte de un joven recluta de 24 años en 2022 tras finalizar las pruebas de acceso a ese cuerpo de élite ha dejado al descubierto una cultura interna de impunidad , excesos brutales con los aspirantes y abuso de estupefacientes por parte de estos para soportar lo que queda descrito en el informe como una tortura. Lo que en jerga militar se conoce como ‘Semana del infierno’, o ‘hell week’ en inglés, es la parte final y más dura del entrenamiento de los SEALs. Incluye carreras a pie interminables, que duran 300 kilómetros; misiones acuáticas en balsas inflables sobre aguas frígidas de marejadas violentas; vigilias interminables con hambre y frío, y como colofón, la misión de trepar una cuerda suspendida sobre agua helada mientras los instructores lanzan granadas de humo para dificultar el proceso. Noticia Relacionada reportaje Si Un siglo de Henry Kissinger, el profesor que diseñó un nuevo orden Pedro García Cuartango El icónico político cumple hoy cien años. Quien fuera la mano derecha de los presidentes Nixon y Ford, promovió históricos acuerdos con la Unión Soviética y China mientras respaldaba golpes militares en Latinoamérica El 60% de los que se presenta a la prueba no la supera . Por eso este es principalmente uno de los cuerpos más elitistas de las Fuerzas Armadas norteamericanas: no hay más de 2.000 soldados activos en ese escuadrón especial. Y sus misiones se recuerdan como míticas: la captura de Manuel Noriega; la liberación de Kuwait en 1991; la muerte de Osama Bin Laden . Con esas misiones soñaba Kyle Mullen , que en febrero de 2022 murió, con apenas 24 años, tras salir a duras penas de esa semana infernal, rozando su sueño de convertirse en un SEAL. Iba a celebrarlo siendo padrino de boda de su hermano en junio de aquel año en su Nueva Jersey natal. Al final en la boda le sustituyó una foto de recuerdo, unas semanas después de que los resultados de su autopsia le llegaran a su madre. Según el informe forense realizado por el Ejército el año pasado, Mullen murió de «neumonía aguda debido a estreptococo pyogenes». Lo indignante, para la familia Mullen, es que el informe oficial revelaba que horas antes de morir, el joven recluta había estado en una silla de ruedas sin poder siquiera caminar, tosiendo y escupiendo un líquido negruzco que había llenado casi por completo una botella de un litro. El informe toxicológico reflejaba un negativo por drogas, aunque no está claro si se dopó o no. Inicio de una investigación Presionado por la familia, el Servicio de Investigación Criminal Naval abrió una investigación que el 17 de marzo de este año concluyó y elevó a la cúpula del Pentágono . El informe final, de 75 páginas y revelado ahora por la propia Armada, revela que el duro programa de entrenamiento de los SEALs tiene graves fallos de supervisión y atención médica, y que los jóvenes soldados suelen recurrir a sustancias donantes para mejorar el rendimiento, lo que ha aumentado el riesgo de enfermedad y muerte. Prueba para los aspirantes a formar parte del equipo de los Navy Seals AFP No es que Kyle Mullen fuera alguien en mal estado físico o sedentario. Había sido un deportista destacado , consumado defensa de fútbol americano en su escuela secundaria, en la localidad neojerseína de Manalapan. Los detalles del informe sí revelan que padecía una cardiomegalia, o corazón dilatado, algo que por sí no causa muerte. Aunque no se hallaron restos de drogas en su organismo, la investigación encontró en su coche jeringuillas y viales. A pesar de que no podía ni tenerse en pie, Mullen no fue atendido ni ayudado ni por sus compañeros ni por sus entrenadores. Cuando era patente que estaba demasiado débil para funcionar con normalidad, el oficial médico de guardia advirtió dos veces a otros reclutas de que no debían llamar al servicio de emergencias, porque eso podría detener el entrenamiento, y fastidiarles a todos. La madre, Regina Mullen , dijo después a medios locales de Nueva Jersey en varias comparecencias que ya antes de que el entrenamiento culminara con la ‘Semana del infierno’, su hijo lamentaba el mal trato que recibía por sus entrenadores. En una videollamada en enero él apareció con la cara hinchada y le dijo que había escupido sangre. Durante la ‘Semana del infierno’ no podía tener teléfono. Al acabarla, la llamó. Le dijo que estaba bien, aunque ella sabía por su voz que no. «Te quiero», le dijo. Y ya no volvieron a hablar. Momentos después de colgar, el joven se desvaneció en su dormitorio, sin pedir auxilio. Uno de los otros reclutas había pedido atención médica porque no podía respirar. Los médicos se encontraron a Mullen inconsciente en brazos de otro recluta, de 19 años. Fue trasladado al hospital, donde fue declarado muerto . «Errores múltiples» Entre sus conclusiones, la investigación halla «errores en múltiples puntos que llevaron a que varios candidatos estuvieran en alto riesgo de sufrir lesiones graves. Denuncia en concreto «supervisión insuficiente, evaluación de riesgos insuficiente, control médico deficiente, una monitorización y una atención médica completamente inadecuadas» durante y después de la llamada ‘Semana del infierno’. Tras publicar el informe, la Armada se ha apresurado a implementar una serie de cambios en el curso y ha reasignado a ocho marineros y oficiales por no cumplir con sus deberes, incluyendo al comodoro del centro de entrenamiento, el Capitán Brian Drechsler, y al médico jefe del comando de entrenamiento, Erik Ramey. Esas ocho personas se enfrentan ahora a la posibilidad de cargos por la vía penal, según un comunicado de las Fuerzas Armadas. Según dijo el vicealmirante Bill Galinis , comandante de Sistemas Marítimos de la Armada , esta hará «todo lo posible para aprender de estos incidentes y prevenir tragedias similares en el futuro». El jueves, la Armada informó a Regina Mullen y al diputado de su distrito, Chris Smith, sobre esos hallazgos y los cambios que están efectuando. Según dijo Smith en un comunicado posterior, «la investigación de la Armada ha dejado al descubierto una cultura interna que necesita un cambio radical , y la Armada ha dado todas las indicaciones de que implementará cambios serios para abordar los graves defectos en la estructura de mando y los constantes fallos que llevaron a la muerte de Kyle».