Reutilizan una toxina del veneo del escorpión en la terapia CAR T para el cáncer

Investigadores de EE.UU. han desarrollado y probado la primera terapia con células T (CAR-T) utilizando clorotoxina (CLTX), un compuesto que está presente en el veneno del escorpión, para dirigir las células T hacia las células tumorales cerebrales. Los primeros datos se publican hoy en «Science Translational Medicine», y sus autores aseguran que ya han iniciado el primer ensayo clínico en humanos para usar este innovador tratamiento.

Los CAR incorporan habitualmente una secuencia de anticuerpos monoclonales, lo que permite a las células T CAR reconocer los antígenos y matar las células tumorales. Sin embargo, el CLTX-CAR utiliza una secuencia de péptidos de 36 aminoácidos, primero aislada del veneno del escorpión y ahora diseñada para servir como dominio de reconocimiento de CAR.

El glioblastoma, el tipo más común de tumor cerebral, también se encuentra entre los cánceres humanos más mortales. Es un cáncer particularmente difícil de tratar porque los tumores se diseminan por todo el cerebro. Los esfuerzos para desarrollar inmunoterapias, incluidas la terapia CAR-T, para este tipo de tumor también deben hacer frente al alto grado de heterogeneidad de estos tumores.

Se trata de una estrategia de focalización completamente nueva para la terapia CAR-T que incorpora una estructura de reconocimiento diferente a las demás

Para el estudio, los investigadores del Centro de Investigación Biomédica City of Hope (EE.UU.) utilizaron células tumorales obtenidas a partir de las muestras de un grupo de pacientes con glioblastoma con el objetivo de comparar la unión a CLTX con la expresión de antígenos actualmente bajo investigación como dianas para las células T CAR, incluidos IL13Rα2, HER2 y EGFR. De esta forma descubrieron que CLTX se ligaba a una mayor proporción de tumores de pacientes y células dentro de estos tumores.

Los investigadores comprobaron que las células
CLTX-CAR_T
reconocieron y eliminaron a amplias poblaciones de células de glioblastoma mientras que no afectaban a las células no tumorales en el cerebro y otros órganos. El equipo del estudio demostró que las células CAR-T dirigidas por CLTX era muy efectivas para matar selectivamente las células de glioblastoma humanas en ensayos preclínicos y en modelos animales. Además, no había toxicidad no afectaba a las células sanas.

Para Christine Brown, autora del estudio, «se trata de una estrategia de focalización completamente nueva para la terapia CAR-T que incorpora una estructura de reconocimiento diferente a las demás».

«Al igual que un escorpión usa componentes de toxinas de su veneno para atacar y matar a sus presas, estamos usando clorotoxina para dirigir a las células T a atacar a las células tumorales con la ventaja adicional de que las células T CLTX-CAR son móviles y vigilan activamente cerebro buscando objetivos apropiados», explica el investigador Michael Barish. «En realidad, no estamos inyectando una toxina, sino explotando las propiedades de unión de CLTX en el diseño del CAR».

Al igual que un escorpión usa componentes de toxinas de su veneno para atacar y matar a sus presas, estamos usando clorotoxina para dirigir a las células T a atacar a las células tumorales

«La idea es que cuanto mayor sea la proporción de células tumorales que se pueden eliminar al comienzo del tratamiento, mayor es la probabilidad de ralentizar o detener el crecimiento y la recurrencia del glioblastoma», afirma Barish.

Debido a los positivos resultados, el equipo tiene la intención de llevar esta terapia a pacientes diagnosticados con glioblastoma con la esperanza de mejorar los resultados contra este cáncer intratable hasta ahora. Con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos, ya están reclutando los pacientes para el primer ensayo clínico en humanos que usa las células CLTX-CAR-T.