En toda la zona se pueden ver muchos militares y policías y en el pueblo están repintando las paredes del centro cultural vecino de la Iglesia de San Jorge, donde hará declaraciones el primer ministro, Kiriakos Mitstotakis, acompañados por nada menos que la plana mayor de la Unión Europea (UE), en un esfuerzo de apoyo simbólico: la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen; el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el del Parlamento Europeo, David Sassoli. Con ellos, Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión, junto con el primer ministro de Croacia, Andrej Plenkovic, y su ministro de Exteriores, Davor Bozinovic.
Cruzar por el río
Nadie se puede acercar a la zona donde están los que quieren entrar en Grecia: el puesto está cerrado y continúa después la carretera ahora cortada. Los inmigrantes se encuentran tras una alambrada 800 metros después. El policía de la aduana confirma que nadie pasa y que no se sabe cuándo se volverá a abrir el puesto. A pocos metros están los voluntarios de Cruz Roja dispuestos a ayudar y los medios griegos preparados para las declaraciones de Mitsotakis y los europeos que han sobrevolado en helicóptero la frontera con Turquía, que incluye 218 kilómetros de frontera fluvial, ya que el río Evro bordea los dos países. «Dicen que muchos se han cansado de esperar y se van andando, siguiendo el río, para intentar pasar más tarde, por la noche, cruzando a la otra orilla». Algo que desde hace muchos años siguen haciendo quienes transportan droga, intentando evitar pisar las minas antipersonales que aún hay en muchos campos turcos. Pero los agricultores de la zona han decidido ayudar y ayer por la noche estuvieron con sus tractores en la zona, con los faros encendidos cuando oían ruido. Se dice que no pasó nadie.
«Estos últimos días a los que cruzaron y les pilló la policía les detienen e irán a la cárcel», afirma un militar con aire serio. Condena de varios años y multa de 10.000 euros a cada uno. Y a quienes les ayudan, de ser arrestados, condenas muy serias también. Por ello para viajar en tren o autobús, hasta en taxi se necesita tener los papeles en regla. Únicamente los traficantes se arriesgan a trasladar a inmigrantes sin papeles, ya que les compensan las ganancias. El resto de la población en esta zona de Grecia no quiere saber nada: «Pasan y se van, y a nosotros no nos afecta».
Es la primera vez que Mitsotakis visita la zona ya como Presidente del Gobierno. Lo ha hecho en el pasado pero ahora, antes de la llegada de las personalidades europeas, ha paseado por la ciudad de Alexandrupolis, ha saludado y tomado café con muchos en distintos pueblos de la zona, ha visitado a los militares, insistiendo en que «A Grecia no la chantajea nadie que quiera utilizar personas perseguidas para conseguir sus objetivos», una referencia clara a Turquía. Y repite «Nadie pasará de forma ilegal en Grecia». Le acompaña el Ministro de Defensa Nikos Panayotópulos, el de Protección Ciudadana Mijalis Jrisojoídis y el Portavoz gubernamental Stélio Petsa.