La experta indica asimismo que «la gripe multiplica por nueve la probabilidad de desarrollar un infarto y es un predictor de mortalidad». De hecho, como recuerda, «durante la fase epidémica de la gripe se observan claros excesos de la mortalidad global, especialmente en adultos por encima de los 65 años y/o con factores de riesgo».
El riesgo de sufrir un evento cardiovascular aumenta tras sufrir una infección respiratoria. Estos eventos comprenden desde la cardiopatía isquémica (infarto de miocardio, angina de pecho estable) hasta la enfermedad cerebrovascular (ictus, trombosis, hemorragia cerebral), pasando por la insuficiencia cardiaca, a veces asociada a arritmias o infarto, o complicada con shock cardiogénico e insuficiencia respiratoria grave.
En concreto, respecto al infarto agudo de miocardio, la doctora Carro señala que «hasta el 10% de los infartos que se producen durante la fase epidémica de la gripe se relacionan con esta infección» y que «el riesgo de desarrollar un infarto se mantiene elevado incluso tras el periodo de exposición al virus».
A pesar del creciente arsenal terapéutico para el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, los tratamientos tradicionales no pueden modificar el riesgo asociado a la gripe. La vacunación antigripal es la mejor manera de reducir el riesgo adicional que conlleva la gripe. «A pesar de esto, las tasas de vacunación son sorprendentemente bajas, incluso en los colectivos vulnerables», dice la especialista en cardiología. Esto supone un «reto significativo de salud pública y a la vez una oportunidad de mejorar el pronóstico de enfermedades graves y potencialmente prevenibles».
La vacunación antigripal previno el año pasado un 26% de hospitalizaciones, un 40% de admisiones en UCI y un 37% de defunciones, según datos del Ministerio de Sanidad. «Además, se sabe que la vacunación reduce hasta un 56% el riesgo de complicaciones cardiovasculares», añade la Dra. Carro.
Debido a la pandemia de Covid-19, la vacunación antigripal es, si cabe, más importante este año. «Es importante que la cobertura de vacunación sea máxima. Además de protegernos a nosotros, protegeremos a los que nos rodean, evitaremos el colapso sanitario y evitaremos complicaciones cardiovasculares y respiratorias que pueden tener un desenlace fatal», valora la cardióloga.
Teniendo en cuenta que los factores de riesgo y complicaciones de la gripe son prácticamente superponibles a los del Covid-19, la SEC recomienda por ello establecer medidas adicionales para prevenir las temibles complicaciones de la gripe y preservar la salud de las personas en riesgo. La Dra. Amelia Carro señala que estas medidas pasan por:
1. Mantener los factores de riesgo de complicación lo más estables posibles. Esto es la hipertensión, la diabetes, las enfermedades pulmonares, la obesidad, las inmunodeficiencias, las enfermedades cardiovasculares, etc. Este año se han modificado los criterios de población vulnerable y se considera la hipertensión arterial aislada dentro del grupo de enfermedades cardiovasculares. «Es recomendable que pacientes con estos problemas vigilen sus cifras, cumplan los tratamientos y mantengan un estilo de vida correcto de forma que, si se contagian, tengan sus sistema inmunitario lo más preparado posible».
2. Seguir rigurosamente las medidas de prevención para evitar contagio: lavado de manos, distancia social, no tocarse la cara, toser y/o estornudar en el brazo, usar pañuelos desechables. El uso de mascarilla no evita ni elude estas medidas. «Se recomienda evitar aglomeraciones, actividades en grupo que puedan posponerse y la afluencia en lugares cerrados», recuerda la experta.
3. Vacunación. De momento no existe vacuna eficaz frente al coronavirus. Aunque hay estudios en marcha no hay garantía de que se vaya a conseguir a corto plazo. «Serían buenas noticias, pero hay enfermedades como el SIDA que, tras más de 30 años de investigación, aún no han dado con una vacuna eficaz», recuerda la doctora Carro, quien añade que «lo que sí existe es una vacuna contra la gripe con resultados consistentes que demuestran su capacidad de prevención de complicaciones».
La SEC recomienda a todos los pacientes con enfermedad cardiovascular contactar con su centro de salud para programar su vacunación.