Grecia y Chipre bloquean la cumbre europea por Turquía

Una semana después de lo previsto a causa de un caso de contagio de Covid-19 entre los escoltas del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, los jefes de Estado o de Gobierno de los Veintisiete se reunieron ayer en una sesión extraordinaria consagrada a las tensiones en el Mediterráneo entre Turquía y dos estados europeos, Grecia y Chipre, con ramificaciones directas a la situación en Bielorrusia. El ambiente se enrareció en las primeras horas de la reunión precisamente porque Grecia y Chipre piden que se mencionen explícitamente las sanciones contra las maniobras expansionistas de Turquía en la disputa de las riquezas en petróleo y gas en la zona del Mediterráneo Oriental, pero Alemania, que ejerce la presidencia semestral, prefiere confiar todavía en el mecanismo de conciliación puesto en marcha por la OTAN. En los últimos meses se han producido momentos de tensión entre las marinas de Turquía y Grecia, a la que ha apoyado claramente Francia. Para intentar que las cosas no se agraven, Michel había pedido públicamente la víspera al Gobierno turco que sea «constructivo» en la búsqueda de una solución a estas tensiones.

En las últimas semanas, Chipre se ha dedicado a vetar las decisiones sobre sanciones a responsables del régimen bielorruso de Alexander Lukashenko, precisamente como gesto de protesta por la ausencia de respuesta europea a las amenazas turcas lo que ha causado a su vez la irritación de los gobiernos de los paíases del este de Europa.