«El tema de Varosha es una causa nacional, por encima de la política», afirmó Tatar, mientras que Erdogan añadió que Varosha es un territorio de la República Turca del Norte de Chipre y que su país apoya esta decisión de abrir la playa «para ser utilizada por los chipriotas».
Ciudad fantasma desde 1974
Este famoso destino turístico, que llegó a tener más de 100 hoteles con un total de 10.000 camas a finales de los años sesenta y principios de los setenta, ha permanecido vallado y deshabitado desde el verano de 1974, vigilado por el ejército turcochipriota y turco. Una consecuencia de un golpe de estado fracasado de la junta militar griega, que llevó a las fuerzas militares turcas a invadir el norte de la isla. Desde entonces es una ciudad fantasma, lejos de su pasado glamoroso con las estancias de políticos y actores del mundo entero, como Brigitte Bardot, Elizabeth Taylor y Richard Burton.
La ciudad de Varosha está protegida por la resolución 550 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de 1984, por la que la ciudad deshabitada desde 1974 solo puede volver a ser habitada por sus habitantes originales, y que considera inadmisible cualquier intento de asentamiento por parte de otras personas. La ironía del caso es que bajo las propuestas de Naciones Unidas, conocidas como el Plan Annan, Varosha habría vuelto a estar bajo control de los grecochipriotas, y sus residentes hubieran vuelto a sus hogares. Los turcochipriotas votaron en 2004 a favor de este plan de reunificación, que no apoyaron los grecochipriotas. De llegarse a un acuerdo en el futuro, los grecochipriotas obtendrían acceso no solo a Varosha, sino también a los puertos y aeropuertos de la zona, comenzando por el puerto de Famagusta.
Preocupación del Secretario General de la ONU
António Guterres, nada más conocer la decisión de abrirse las playas, mostró su preocupación sobre la decisión, y avisó de que las «acciones unilaterales» podrían aumentar la tensión y limitar las posibilidades de volver a reanudar las conversaciones entre las dos partes de la isla.
Ya han sido muchas las decisiones y resoluciones de la Unión Europea y de Naciones Unidas para lograr el regreso de los ciudadanos legítimos de Famagusta a la ciudad, pero se enfrentan con el rechazo frontal de la parte turcochipriota.