El objetivo de esta medida es evitar la confusión sobre los resultados electorales. Se prevé un torrente de publicaciones de uno y otro bando dependiendo del ganador. Donald Trump, presidente estadounidense, ha deslizado en los últimos meses algunas dudas sobre el proceso de votación por correo. «Si bien los anuncios son una forma importante de expresar voz, planeamos dejar de publicar temporalmente los anuncios de temas sociales, electorales o políticos en los EE.UU. después del cierre de las urnas el 3 de noviembre, para reducir la confusión y el abuso», señala en un comunicado
Guy Rosen, vicepresidente de Integridad de Facebook.
La compañía estadounidense, investigada por posibles prácticas monopolísticas por el Congreso estadounidense, ha instado a los anunciantes a pausar la inversión publicitaria de campañas políticas hasta una semana antes de que se abran las urnas. Es una de las medidas adoptadas para combatir la desinformación durante estos comicios en los que se palpa la tensión en la distancia.
Facebook responde así a las crecientes preocupaciones de que las redes sociales pueden intoxicar los resultados. Para ello, también pretende evitar que los candidatos declaren públicamente una victoria prematuramente. En el momento del cierre de los colegios, el servicio activará un módulo informativo en la parte superior de todas sus aplicaciones (incluída Instagram), indicando la información de fuentes fiables como Reuters. El objetivo es ofrecer garantías informativas.
Estas nuevas políticas se unen a las que anteriormente se habían tomado por la red social y que prevé una congelación del programa de publicidad política una semana antes de las elecciones. El vicepresidente de asuntos globales, Nick Clegg, planteó en en encuentro en el que asistió ABC la posibilidad de limitar el alcance de otros contenidos si se consideran que pueden generar violencia. Por el momento ya se ha comprometido a eliminar el contenido del «movimiento social militarizado» QAnon.