Embajador de Azerbaiyán en España: «La participación turca en Nagorno Karabaj es un mito»

El conflicto de Nagorno Karabaj está prácticamente igual que el 27 de septiembre, cuando comenzaron los ataques tras el alto el fuego de los últimos años. El embajador de Azerbaiyán en España, Anar Maharramov, destaca los vínculos históricos del territorio con su país, pero recuerda por encima de todo que no hay ninguna nación en el mundo que niegue oficialmente su estatus como parte del estado azerí. Además, al igual que su presidente, Ilham Ayíev, pone como condición sine qua non que Ereván retire sus tropas para que Bakú también haga lo mismo con las suyas. Tras los intentos en vano de Rusia de alcanzar un alto el fuego, la guerra continúa, dejando miles de víctimas en ambos bandos.

¿Qué valor tiene Nagorno Karabaj para Azerbaiyán?

Karabaj es parte íntegra de nuestro país. En su día, Rusia y Persia intentaron dividir a Azerbaiyán para trasladar allí al armenio. Una política que se lleva dando a lo largo de la historia, aunque ambos pueblos hayan convivido pacíficamente en la mayoría de las ocasiones. Después de la época soviética, el régimen separatista de Nagorno Karabaj ha intentado violar la frontera. Tenemos más de un millón de refugiados a lo largo del mundo, y el 20% de nuestro territorio está ocupado. No quiero discutir a quién pertenecía este territorio históricamente. Ni siquiera la posición de los armenios. Nosotros sabemos dónde está la verdad.

En febrero, los presidentes de Armenia y de Azerbaiyán, Nikol Pashinián e Ilham Alíev, dialogaron en la Conferencia de Seguridad de Múnich, con un aparente acercamiento de posturas entre ambos países. ¿Qué ha ocurrido para que el conflicto se haya agravado desde hace unas semanas?

Es cierto que hubo una aclaración de ambas posturas, pero lamentablemente de nuevo Armenia intentó falsificar la historia. No hubo ningún acercamiento. El objetivo de nuestra nación no es retirar a los armenios de nuestro territorio. Hemos convivido en paz con ellos desde 1988. Les ofrecemos vivir en nuestro territorio. Si fijamos los datos de las víctimas, los civiles han muerto doblemente en nuestros límites que en los suyos.

¿Está sirviendo de algo la mediación de Rusia, a pesar de que se haya roto el alto el fuego con facilidad?

Rusia está jugando un papel importante, y tiene que hacer más esfuerzos para resolver este problema, reflejando los intereses de ambas partes.

¿Y la de los otros dos socios del Grupo de Minsk (Francia y Estados Unidos)?

Estamos viendo un llamamiento al cese del fuego, pero Rusia es la que más está haciendo. Francia tiene una gran cercanía con Armenia, ya que gran parte de su población vive allí, al igual que en Estados Unidos. No nos gusta la actitud de París.

Líderes mundiales como Emmanuel Macron y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos afirman tener pruebas de la presencia de yihadistas luchando con Azerbaiyán, gracias principalmente a la influencia de Turquía…

No hay nada que pueda demostrar la presencia de terroristas en nuestro país. Es un intento de encontrar una vía lateral para hacer que Azerbaiyán acepte condiciones sobre la guerra. Las palabras sobre terrorismo son rumores.

Acerca del gobierno turco, oigo demasiado. Azerbaiyán tiene diez millones de habitantes, mientras que Armenia, menos de tres millones. El presupuesto de nuestra república, dedicado solo a las Fuerzas Armadas, equivale al de toda Armenia. Turquía no participa físicamente, solo moralmente, como vecina nuestra. La participación turca en Nagorno Karabaj es un mito.

Según usted, ¿Armenia actúa sola?

Sabemos que tiene con Rusia el Tratado de Seguridad Colectiva. Pero el Kremlin no interviene, porque el territorio de Nagorno Karabaj no es armenio. A su vez, sabe que Bakú tiene a sus espaldas a Ankara.

Tampoco olvidemos que esta guerra es una amenaza a los gasoductos que llegan a la UE. De hecho, la compañía española Enagás participa en un proyecto de paz en la región. Por eso, esperamos que España haga un llamamiento a Armenia. Ahora este país está lejos de todos los proyectos, ni siquiera comparte buenas relaciones con Georgia.

¿En qué deben ceder Armenia y Azerbaiyán para solucionar el conflicto?

No quiero pronunciarme contra las posturas de Armenia. Sin embargo, solo hay errores unilaterales, como la ocupación de tierras azeríes. Nuestro «error» histórico es la hospitalidad hacia el pueblo armenio. Hay más de 30 millones de azerbaiyanos exiliados en Irán. El mito armenio alcanza el Mar Caspio. Su política es la ocupación de otro país. Armenia debería dar gracias a Dios por el territorio que posee. Desgraciadamente, no se conforma. Aun así, estamos dispuestos a negociar para llegar a un acuerdo real. Con que cumplan las cuatro resoluciones de la ONU es suficiente. No hay que detenerse tanto en cuestiones históricas.