«Ocurrió por la noche. Nos lo encontramos así esta mañana», aseguraba a este periódico mientras se afanaba en una misión que parecía interminable. Los cincuenta metros de fachada acristalada estaba cubierta de proclamas como «Boicot 2020», «Capitalismo no, revolución sí» y multitud de pintadas con la hoz y el martillo del comunismo.
Se trata del último episodio de vandalismo que sufre la campaña de Bloomberg. En las últimas semanas, multitud de oficinas en estados como Illinois, Ohio, Tennessee o Michigan han sido atacadas en las últimas semanas. Pintadas con frases como «cerdo corporativo», «oligarca», «racista» o «sexista» aparecieron en oficinas electorales.
Los representantes de la campaña de Bloomberg no tardaron en relacionar a Bernie Sanders, el líder izquierdista favorito en las primarias, con el vandalismo. «Aunque no sabemos quién es responsable directamente, sabemos que el senador Bernie Sanders y su campaña han invocado repetidamente este lenguaje al hablar de Michael Bloomberg», dijo el director de campaña de Bloomberg, Kevin Sheekey. «La negativa del senador Sanders a denunciar estos actos ilegales en una señal de su incapacidad de liderar y de su voluntad de consentir y
promocionar una retórica como la de Trump
, que no tiene lugar en nuestra política».
En el último debate entre candidatos, celebrado el pasado martes en Charleston (Carolina del Sur), Sanders fue condenado por sus rivales por la agresividad de sus seguidores en redes sociales, donde utilizan lenguaje tóxico para atacar a otras campañas. El veterano senador socialista se defendió diciendo que es posible que esas conductas sean parte de la campaña de desinformación emprendida por Rusia alrededor de su campaña y del que la inteligencia de EE.UU. le dio aviso hace semanas.
En el caso del vandalismo de Texas, los mensajes utilizados no coinciden con la retórica de los seguidores de Sanders. Varios voluntarios de la campaña en Austin del senador en Vermont aseguraron a este periódico que los responsables podrían ser la llamada
«Guardia roja»
un grupo comunista con diversos grupos en EE.UU. El de Austin se proclama en su página web como un «colectivo marxista-leninista-maoísta, principalmente maoísta’ que trabaja para «construir el partido comunista». En anteriores ocasiones, este grupo ha realizado acciones contra candidatos izquierdistas como Heidi Sloan, que apoya a Sanders y opta a un escaño en la Cámara de Representantes en las elecciones de este año. El pasado 12 de enero le lanzaron huevos y pintura roja durante un acto electoral.
«Estos ataques contra las oficinas de Mike Bloomberg en Texas y en el resto del país son un claro intento de intimidar y asustar a nuestros esforzados trabajadores y voluntarios en sus esfuerzos para conseguir el voto para Mike», aseguró a este periódico en un comunicado Victoria Yu, portavoz de Bloomberg en Texas.
El episodio se produce pocos días antes de que este estado celebre sus primarias en la jornada electoral más importante de las primarias, el «Supermartes». El próximo 3 de marzo votarán una quincena de estados, entre ellos los dos que más delegados reparten: California y el propio Texas. Bloomberg ha concentrado todos sus esfuerzos y su chequera ilimitada en los estados del «Supermartes» como Texas, donde va tercero en las encuestas.