Los buques de guerra chinos disponen de armas láser de alta energía altamente destructivas y que además pueden cegar a los pilotos. El objeto de ataque fue un un avión militar Boeing P-8 Poseidon de vigilancia que sobrevolaba aguas internacionales, según el Pentágono, y que no fue dañado. Había partido de la base aérea de Kadena, en la ciudad japonesa de Okinawa.
La Flota del Pacífico de EE.UU. es responsable de misiones de vigilancia en los mares asiáticos. En su comunicado, la Armada dijo que «los láseres de tipo armamentísticos podrían causar graves daños a las tripulaciones y marineros, así como a los sistemas de barcos y aviones», y calificó la agresión de «muy arriesgada» y «temeraria».
Expansionismo naval chino
Este incidente llega tras meses de tensiones entre Washington y Pekín en alta mar, por el creciente expansionismo naval de China en Asia.
Según dijo hace unas semanas el jefe del Pentágono, Mark Esper, «les hemos visto tomar y militarizar islas en el mar del Sur de China, y modernizar rápidamente sus fuerzas armadas, mientras buscan utilizar tecnologías emergentes para alterar el equilibrio de poder y remodelar el mundo a su favor y a menudo a expensas de otros». Entre esas nuevas armas se encuentran esas potentes pistolas láser usadas la semana pasada.