El «Google Maps de los muertos»

La tecnología puede tener muchas aplicaciones. En los últimos años, el servicio cartográfico Google Maps se ha convertido en un navegador muy extendido que lo utilizan incluso para ubicarse en un vehículo. Con su variante Earth, que saca partido a las imágenes por satélite, se ha podido localizar incluso a delincuentes. La plataforma ha ido mejorando con el tiempo. Y, ahora, el gigante de internet trabaja para meterse hasta en lo más sagrado, las tumbas de difuntos.

La Iglesia de Inglaterra ha acordado, según informa «The Times», con la multinacional estadounidense un plan para recopilar mapas y fotografías de millones de tumbas, así como información relativa a los registros de entierros correspondientes. El resultado, previsto para 2025, será una base de datos online de acceso gratuito. El proyecto promete cubrir los más de 15.000 cementerios anglicanos y otros enclaves que se estiman en Inglaterra. Los investigadores creen que se puede convertir en una valiosa herramienta para investigaciones históricas y consulta familiar.

Esta iniciativa ha empezado, por el momento, en una fase de pruebas en dos iglesias cerca de Huddersfield, villa inglesa perteneciente al Metropolitan Borough of Kirklees, en Yorkshire del Oeste en Inglaterra. Para ello, los topógrafos crearon mapas digitales ricos en detalles utilizando las mochilas de escanéo láser empleado para Google Maps. El resultado fue que se han publicado unos 6.000 entierros en los mapas interactivos online. Para su desarrollo, los investigadores contactaron con voluntarios y grupos de historiadores locales que facilitaron material fotográfico de los monumentos y los registros parroquiales.

Se espera que millones de registros se añadan en los próximos años. También está previsto crear una copia de seguridad digital de monumentos para evitar pérdidas de información. El proyecto ha recaudado más de 250.000 libras. Entre las reliquias que se pueden ver se incluye la tumba de Benjamin Smith, veterano de la artillería real que participó de joven en la batalla de Waterloo y que falleció en 1845. También se encuentra disponible una tumba a nombre de Samuel y Lydia Midgley, de 57 y 46 años, respectivamente, además de una sobrina llamada Eliza de solo 12 años, que perecieron ahogados tras el derrumbre en un embalse en 1852.