Diseñan una estrategia que impide los cánceres agresivos sean resistentes a la quimioterapia

Todavía a día de hoy, a pesar de los grandes avances que se han producido en los tratamientos del cáncer, algunos tumores se hacen resistentes a los tratamientos de quimioterapia, una situción especialmente preocupante en algunos cánceres, como el de páncreas en el que hay menos opciones terapéuticas, especialmente cuando ha hecho mestástasis y se han diseminado por el resto del organismo. Ahora, un equipo de investigadores españoles han desarrollado una estrategia que impide que los tumores más agresivos generen resistencia a la quimioterapia.

La información, que se publica hoy en «Cancer Cell», podría abrir nuevas vías para mejorar la eficacia de las terapias en miles de pacientes que en la actualidad se tratan de diversos tipos de cáncer con radioterapia o quimioterapia clásicas; de hecho, los investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) tienen la intención de iniciar ensayos clínicos en cáncer de mama y de pulmón, ya que de momemento sus resultados se han obtenido en modelo animal.

Las células del cáncer tienen alterado su ciclo celular, lo que las hace impredecibles. Se sabe que dos moléculas, CDK4 y CDK6, están implicadas en el crecimiento celular descontrolado que acaba generando una masa tumoral.

Precisamente estas dos móleculas son el objetivo de nuevos fármacos que han demostrado ser muy eficaces a la hora de detener el crecimiento del cáncer de mama avanzado. Su uso clínico ya está aprobado en Estados Unidos desde 2015 y Europa desde 2017 para las pacientes de este tipo de cáncer, en combinación con terapia hormonal. El éxito de esta combinación la ha convertido en el tratamiento estándar para estas pacientes. Sin embargo, hasta ahora no estaba claro si estos beneficios se podrían extender a otros tipos de cáncer.

Este hallazgo podría impactar positivamente en miles de pacientes que se tratan en la actualidad con estas terapias

«Un problema de los inhibidores de CDK4/6 viene dado por su mecanismo de acción que impide que las células tumorales se dividan«», explica Marcos Malumbres, del CNIO e investigador principal del proyecto. «La mayor parte de las quimioterapias actuales actúan solo sobre las células tumorales que se están dividiendo. Por tanto, si inhibimos CDK4/6 y evitamos así que estas células se dividan, impedimos que las quimioterapias funcionen correctamente. Por este motivo, hasta ahora se ha creído que no podíamos combinar los inhibidores de CDK4/6 con quimioterapia clásica».

La nueva aproximación de este equipo del CNIO ha sido diferente: la investigadora Beatriz Salvador decidió usar los inhibidores de CDK4/6, no al mismo tiempo que la quimioterapia, sino después de para impedir la recuperación de las células tumorales. Los resultados del trabajo muestran que aplicar los inhibidores de CDK4/6 a continuación de los fármacos comúnmente usados en diversos tumores metastásicos impide que las células tumorales resistan estos tratamientos y vuelvan a crecer tras suministrar quimioterapia.

El trabajo se ha desarrollado tanto en modelos de ratón modificados genéticamente como en ratones con injertos de pacientes con adenocarcinoma de páncreas, uno de los tumores más agresivos y de peor pronóstico. Mientras que las células tumorales tratadas con taxol u otros agentes reparan en pocos días el daño que les han producido estos agentes terapéuticos, el tratamiento adicional con inhibidores de CDK4/6 impide esta reparación de las células tumorales y hace que continúen acumulando daño, evitando así que sigan creciendo. «Todos los animales tratados con esta combinación mostraron un tumor estable, mientras que los ratones que no fueron tratados con ella perecieron rápidamente», apunta Malumbres.

El trabajo se ha desarrollado tanto en modelos de ratón modificados genéticamente como en ratones con injertos de pacientes con adenocarcinoma de páncreas, uno de los tumores más agresivos y de peor pronóstico

«Poder usar inhibidores de CDK4/6 para impedir que las células tumorales se recuperen de estos tratamientos puede abrir nuevas vías para mejorar la eficacia de estas terapias en diversos tipos de cáncer, que en la actualidad se tratan con radioterapia o quimioterapia clásicas», añade Malumbre, que subraya que este hallazgo podría impactar positivamente en miles de pacientes que se tratan en la actualidad con estas terapias.