Supermartes histórico es Michael Bloomberg. El multimillonario neoyorquino había jugado todas sus bazas a esta cita electoral y sin escatimar gastos. No se presentó a las primarias de los primeros cuatro estados -Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur- y concentró todos sus esfuerzos -y su amplia chequera- en los estados del Supermartes.
La inversión en propaganda que el multimillonario neoyorquino ha hecho desde que anunció -a última hora, en noviembre- su aventura presidencial supera los 500 millones de dólares. Sus contrincantes le acusaron en los debates de querer «comprar las elecciones», pero este Supermartes ha demostrado que eso no es tan fácil.
[Todo sobre las primarias demócratas y las elecciones en EE.UU. 2020, en el Especial ABC]
Bloomberg no consiguió ninguna victoria y, además, se vio superado por
Joe Biden, la sorpresa de la noche, en los estados donde buscaba presentarse como la alternativa moderada al izquierdista Bernie Sanders. Solo ganará un puñado de delegados y sus posibilidades de conquistar la nominación demócrata -que pasaban por tener suficientes apoyos como para forzar una convención dividida en la que él emergería como candidato de consenso- se esfuman.
En la víspera del Supermartes, cuando las cosas ya pintaban mal, Bloomberg quiso insuflar de ánimo a sus votantes y aseguró que seguiría en campaña hasta la convención. Este martes, tras su debacle, se planteaba si tirar la toalla, según publicó «Politico». Un comunicado de su campaña no llegaba a reconocerlo, pero tampoco confirmaba que seguiría en la pelea y se limitaba a decir que la prioridad del multimillonario «sigue siendo la derrota de Donald Trump en noviembre» (Bloomberg siempre ha dicho que seguirá poniendo todo su esfuerzo y dinero en evitar la reelección aunque él no sea el nominado).
Bloomberg parecía tener opciones cuando el voto moderado estaba fragmentado y Biden aparecía como una opción dudosa. Tras la concentración del «establishment» demócrata alrededor del exvicepresidente, el que parecía una opción prescindible era el propio Bloomberg. De hecho, en los estados donde parecía que tenía más posibilidades -como Virginia o Oklahoma- ganó Biden y Bloomberg también se vio superado por Sanders. El único estado donde apuntaba a quedar segundo era Colorado.
El desplome de Bloomberg vino acompañado de una paradoja: el candidato que, sin duda, obtuvo mejor resultado fue el mismo que menos dinero dedicó al Supermartes: Biden.