La visita puede tener menos energía que la de Trump pero la misma relevancia para las urnas. El presidente y el candidato demócrata llegan a la recta final con una ventaja mínima para Biden y cada electorado de Florida cuenta. Tiene mucha importancia el voto hispano, pero también el de los mayores de 65 años, en uno de los estados favoritos para la jubilación de los estadounidenses. Este grupo demográfico se fue con Trump en 2016, pero su apoyo, según las encuestas, se ha deteriorado. Hace cuatro años, Trump obtuvo una diferencia de siete puntos con Hillary Clinton entre los votantes mayores. Dos encuestas recientes de CNN y NBC apuntan a que, en todo el país, la diferencia ahora para Biden es de más de veinte puntos en este grupo demográfico y que supera a Trump en varios estados clave.
Un factor decisivo en el vuelco podría ser la crisis sanitaria del Covid-19, que se ha cebado con las personas mayores, y que ha dejado casi 215.000 muertos en el país. La falta de precaución del presidente en sus mítines, su insistencia en no ponerse mascarilla y su contagio de hace dos semanas pueden influir en la percepción de los votantes mayores. Ambos candidatos han doblado su apuesta por cómo afrontar esta crisis: a Trump se le vio sin mascarilla al montarse en el avión que le llevaba a Florida. Ayer, Biden, aterrizó en el estado con dos mascarillas en su cara, una N95 y una quirúrgica.
Trump buscó ayer contraatacar con un anuncio dedicado a ese electorado, que se emitirá en los estados más decisivos. Se titular «¿Quién es mejor para los mayores?», y defiende su política sanitaria y que Biden «amenaza los seguros privados y limita las opciones».