Se trata, al igual que sus «primos», de un auténtico centro multimedia, capaz de reproducir toda clase de contenidos audiovisuales y, por supuesto, de responder a nuestras órdenes verbales gracias a Alexa, así como de hacer videollamadas. La cámara puede taparse para garantizar nuestra privacidad y tampoco le falta el botón físico con el que desconectamos los micrófonos para que el altavoz deje de escucharnos cuando así lo decidamos.
Bajo su pantalla táctil de 8 pulgadas y resolución HD (1280 x 800 ppp) se encuentran dos altavoces estéreo de dos pulgadas y una potencia de 10 W por canal (el Echo Show 5 solo tiene un altavoz de 4 W) y un sistema de bajos que sitúan al nuevo dispositivo en un nivel de calidad muy similar a los de los altavoces Echo y Echo Plus, que no llevan pantalla y están pensados para escuchar música. Cuatro micrófonos de gran alcance garantizan que el Echo 8 nos escuchará incluso en medio de un ambiente ruidoso y al otro lado de una habitación.
La cámara, de solo un megapíxel es suficiente para cumplir correctamente su función principal, las videoconferencias.