La OTAN ha reunido por primera vez a más de 3.600 soldados en Finlandia , un país que comparte 1.340 kilómetros de frontera con Rusia, para unos ejercicios militares. Hace algo más de un año que Helsinki pasó a formar parte de la Alianza Atlántica y tenía que estrenarse a lo grande. Militares de Estados Unidos, Suecia, Reino Unido, Francia y Estonia, entre otros, han realizado durante este mes de noviembre simulacros de fuego real en los ejercicios Dynamic Front 25. «Es el mayor ejercicio de artillería que los aliados de la OTAN han llevado a cabo en Europa», explicaba un funcionario de la Alianza a ABC. Miles de soldados participaron en estos ejercicios de artillería a gran escala en el Ártico de Finlandia y han sido vistos por algunos como una señal a la vecina Rusia. En declaraciones a la agencia AFP, el coronel Janne Makitalo , director del Ejercicio Dynamic Front 25, explicó que el objetivo principal era entrenar y desarrollar la «interoperabilidad dentro de las unidades de artillería» de la Alianza. El mayor general John L. Rafferty , comandante del 56º comando de Artillería, fue más concreto en sus explicaciones sobre el por qué de estas maniobras: «El mensaje que estamos enviando desde el principio es que cuando entrenamos juntos, somos mucho más fuertes y estamos aquí para asegurarles a nuestros socios y aliados que podemos desplegarnos en entornos difíciles y exigentes». Una muestra de fuerza más de la OTAN , que este año ya ha celebrado otros ejercicios históricos por el número de soldados desplegados, así como las técnicas aplicadas, pero que esta vez coincidió en tiempo y también en espacio, con un presunto sabotaje a los cables de comunicación en el Báltico. Presunto porque aún se está investigando quién está detrás de esta acción que afectó a dos cables submarinos: uno sueco-lituano y otro finlandés-alemán. En declaraciones a ABC, un funcionario de la OTAN, presente en los ejercicios en Finlandia, no asociaba directamente el presunto ataque a los cables con la celebración de las maniobras. Manteniendo el pragmatismo habitual de la Alianza, explicaba que «se está llevando a cabo una investigación (…) Es crucial que trabajemos juntos para mejorar la seguridad de la infraestructura submarina. A raíz de los daños anteriores a los cables submarinos en el mar Báltico , las fuerzas de la OTAN han aumentado las patrullas y los ejercicios cerca de la infraestructura crítica». No acusan directamente a Rusia de este sabotaje, que, aunque pueda parecer menor, tiene serias consecuencias para las comunicaciones aliadas y muestra la gran debilidad que tiene la OTAN en el fondo del mar. «Es demasiado pronto determinar lo que ha causado los daños (…) No obstante, somos conscientes de que podría tratarse de un sabotaje deliberado. Vivimos en una época en la que debemos tomar muy en serio cualquier riesgo de este tipo. Destruir telecomunicaciones e infraestructuras fundamentales es una forma muy eficaz de paralizar parte de una sociedad », explican fuentes diplomáticas suecas. El Kremlin ha llevado durante mucho tiempo lo que se conoce como guerra híbrida contra los países europeos. Los rusos son expertos: campañas de desinformación, piratería informática, ciberataques… El objetivo de Rusia es sabotear las infraestructuras submarinas de la Alianza porque así obtiene una ventaja estratégica al socavar la seguridad energética, el intercambio de información y los sistemas financieros de Occidente. La guerra híbrida submarina amenaza la seguridad de 1.000 millones de personas en Europa y América del Norte, admitió el subcomandante de la OTAN, Didier Maleterre , justo después de dos incidentes de presuntos sabotajes en gasoductos en el Báltico: el Nord Stream 1 y 2 en septiembre de 2022 y después el ataque al Balticconector en octubre del año pasado. Maleterre es comandante adjunto del Comando Marítimo Aliado (Marcom) de la OTAN y explicó que la red de cables y tuberías submarinas de las que dependen el poder y las comunicaciones de Europa no fueron construidas para resistir la «guerra híbrida» de Moscú contra miembros de la OTAN. La ‘guerra’ submarina es todo un desafío para los países de Occidente y la principal amenaza la tienen clara: «Rusia tiene una flota de submarinos realmente capaz y avanzada», señalaba a ABC una fuente militar de la Alianza Atlántica durante unos ejercicios realizados en Portugal centrados en la protección del fondo marino. Aún se está investigando quien estuvo detrás del último sabotaje, pero, como la historia se repite, todos los ojos viran hacia Moscú , que sigue poniendo a prueba a los países aliados. «Rusia está poniendo a prueba los límites del artículo 5, de defensa mutua, para generar incertidumbre», asegura un alto militar alemán.