Un estudio realizado en el Hospital Brigham and Women’s de Boston (EE.UU.) ha analiazado la duración y la calidad de sueño de un grupo de voluntarios durante cicno años y ha visto aquellas personas con un sueño irregular duplicaban su riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular en comparación con aquellos con patrones de sueño más regulares. Los hallazgos se publican en «The Journal of the American College of Cardiology».
Por cada 1.000 personas que siguen un patrón de sueño más regular, solo ocho tendrían un evento cardiovascular al cabo de un año; por cada 1.000 personas con los patrones de sueño más irregulares, este número sería de 20
«Cuando hablamos de intervenciones para prevenir ataques cardíacos ocerebrales, nos enfocamos en la dieta y el ejercicio», señala el autor principal Tianyi Huang. « Incluso cuando hablamos de dormir, tendemos a centrarnos en la duración, en el número de horas duerme una persona cada noche, pero no en calidad del sueño y el impacto que pueden tener acostarse en diferentes momentos y dormir un número de horas diferente cada noche. Nuestro estudio indica que un sueño saludable no solo se refiere a la la cantidad, sino también de la variabilidad, y que esto puede tener un efecto importante en la salud del corazón».
Todos los participantes usaron un dispositivo de actividad en su muñeca durante siete días que registró su sueño, incluida la hora de acostarse, la duración del sueño y la hora de despertarse
Huang y sus colegas examinaron los datos del Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA), un estudio prospectivo que incluyó a 1.992 participantes que no padecían enfermedad cardiovascular al comienzo del estudio.
Todos los participantes usaron un dispositivo de actividad en su muñeca durante siete días que registró su sueño, incluida la hora de acostarse, la duración del sueño y la hora de despertarse. A continuación fueron seguidos durante un promedio de 4.9 años. Durante ese tiempo, 111 participantes experimentaron eventos cardiovasculares, incluidos ataque cardíaco, ictus y otros eventos adversos.
La regularidad del sueño es un comportamiento modificable
Los participantes se dividieron en cuatro grupos: aquellos con patrones de sueño más irregulares (dos horas o más de diferencia en la duración del sueño cada noche); los que tenían patrones de sueño más regulares (menos de una hora de diferencia en la duración del sueño cada noche); lo que seguían un patrón más constante (menos de 30 minutos de diferencia cada noche), aquelloscon las horas de acostarse más inconsistentes (90 minutos o más).
El equipo encontró que el riesgo de eventos cardiovasculares se duplicaba entre aquellos con los patrones de sueño más irregulares. Los investigadores estiman que por cada 1.000 personas que siguen el patrón de sueño más regular, solo ocho tendrían un evento cardiovascular al cabo de un año; por cada 1.000 personas con los patrones de sueño más irregulares, este número sería de 20.
«La regularidad del sueño es un comportamiento modificable. En el futuro, nos gustaría explorar si cambiar los patrones de sueño de uno al acostarse de manera constante cada noche puede reducir el riesgo de una persona de futuros eventos cardiovasculares», concluye Huang.