Trump cree probable que Afganistán caiga en manos de los talibán tras firmar la paz

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado este viernes que los talibán podrían «posiblemente» hacerse con el control de Afganistán una vez que el país norteamericano abandonen el país, tal y como contempla el acuerdo de paz firmado el 29 de febrero. «Los países tienen que cuidar de sí mismos. No podemos estar allí durante los próximos 20 años. Hemos estado allí 20 años protegiendo el país», ha indicado, en unas declaraciones a la prensa desde la Casa Blanca.

Así, ha resaltado que las autoridades afganas «tendrán que protegerse a sí mismas, algo que debió pasar hace mucho». «Sólo se puede agarrar de la mano a alguien durante un tiempo», ha explicado.

Trump ha reconocido además desconocer si el Gobierno será capaz de repeler a los talibán sin apoyo de las tropas estadounidense. «No lo sé, no puedo responder a esta pregunta», ha sostenido. «Espero que sean capaces», ha manifestado, antes de resaltar que no se supone que lo que ocurra sea una toma del poder por parte de los talibán, si bien ha dicho que «posiblemente sea lo que pase».

Los talibán han asegurado este mismo viernes que el grupo está preparado para iniciar conversaciones con el Gobierno afgano el 10 de marzo, siempre y cuando se cumplan las cláusulas del acuerdo de paz firmado con Estados Unidos, incluidas las liberaciones de presos.

La Presidencia afgana advirtió el lunes de que el acuerdo firmado entre Washington y los talibán no le obliga a aceptar un canje inmediato de presos y argumentó que esto no puede ser un requisito previo de cara a un diálogo directo. Sin embargo, el portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, recordó a través de un mensaje en su cuenta en la red social Twitter los términos del acuerdo y dijo que las liberaciones deben tener lugar «antes del inicio de las conversaciones». En concreto, el acuerdo con Estados Unidos recomendaba la liberación de 5.000 prisioneros talibán a cambio de unos 1.000 efectivos de seguridad afganos en manos de las milicias antes del comienzo de las negociaciones interafganas, previstas para el 10 de marzo.

Los talibán ordenaron el mismo lunes el reinicio de operaciones contra las fuerzas de seguridad, al dar por concluidos los siete días de «reducción de la violencia«, si bien resaltaron que las tropas internacionales no deben ser objetivo de ataques