Probamos los AirPods 4: la combinación perfecta de cancelación de ruido y comodidad

Después de tres años sin actualización alguna, Apple ha decidido de la mano del nuevo iPhone 16 renovar quizás el producto de su catálogo que más ha servido de inspiración a nivel de diseño e iconicidad del actual mercado de audio: sus auriculares AirPods. Llega su cuarta actualización, con un nuevo diseño y con un añadido crucial: la opción de poder adquirir un modelo con cancelación de ruido activa (ANC). Cuando en ABC vimos su anuncio en la pasada Keynote, pensamos que al no ser unos auriculares de tipo cerrado la calidad del sonido al igual que la del ANC no sería equiparable a lo que ofrece la versión Pro. Sin embargo, tras una semana de uso, podemos confirmar que, sin llegar a igualar su nivel, el resultado es redondo y muy sorprendente. Por si no lo sabes, los AirPods 4 vienen en dos modelos diferentes: uno con cancelación de ruido y otro más básico que carece de ella. Por fuera son idénticos, pero es en el interior donde están las diferencias que justifican los 50 euros de diferencia. Además de la ausencia del ANC, el modelo básico no permite la carga inalámbrica. Apple ha rediseñado ligeramente la forma de esta cuarta generación frente a la tercera. Siguen contando con la misma patilla de tamaño reducido (frente la primera y segunda generación) y cuentan con una ‘cabeza’ un poco diferente. La sensación al ponérselos es que son tremendamente cómodos. Puedes estar tres o cuatro horas con ellos puestos y no los vas a notar, y eso es todo un acierto de cara a la comodidad. Al igual que el estuche de carga, que en este modelo es mucho más pequeño que el de las pasadas generaciones o el de los Pro, lo que permite —con la misma capacidad de carga— que sea más fácil llevarlos a cualquier lado ya sea en el bolsillo de un pantalón, de una chaqueta o en el bolso. Apple consigue que no haga falta introducirlos en el conducto para conseguir un gran sonido ni tampoco para lograr una estupenda cancelación de ruido. Podríamos decir que lo hacen de una forma no invasiva y por eso mismo van a encantar a todos aquellos a los que no les guste colocarse los auriculares como un tapón. Sin embargo, no cuentan con la sujeción que ofrecen los Pro, y a la hora de hacer ejercicio o hacer gestos muy rápidos con la cabeza no podríamos asegurar que se mantengan en sitio. Sobre la cancelación de ruido, aquí es importante distinguir que en este modelo parece pensada para generar una atmósfera propicia para la música y no tanto como para que estos auriculares hagan la función de unos tapones que nos ayuden a aislarnos del ruido. Esto último es algo que hacen mejor los AirPods Pro de segunda generación. Los auriculares Pro de Apple tienen unas almohadillas de silicona que crean un aislamiento acústico en el canal auditivo, los AirPods 4 no los tienen. Sin embargo, consiguen crear una atmósfera de silencio para que puedas disfrutar de la música con total claridad. Los AirPods 4 parten de los 149 euros en su versión básica y en 199 con ANC y, aunque cuestan 50 euros más, el modelo con cancelación de ruido ofrece una experiencia muy superior a los AirPods 4 sin ANC. Si tienes pensado renovar tus auriculares antiguos o si te molestan los que cuentan con almohadillas, este modelo es muy interesante por su precio y por la calidad de sonido y batería (5 horas los auriculares y alrededor de 30 el estuche de carga). Sin embargo, para aquellos que de verdad necesiten aislarse del mundo, la mejor opción siguen siendo los AirPods Pro 2, y la diferencia de precio es de 80 euros. Tú decides, si música, ruido, comodidad o precio.