«Es un momento histórico. Ver los “Barak” (rayo, apodo israelí para los F-16) surcar el cielo alemán y aterrizar en suelo renano, no lo olvidaré nunca», declara el piloto israelí Mayor A.. Segurmanete el secreto del éxito de estas maniobras y la enorme compenetración entre unos y otros pilotos es la amistad personal entre los jefes de las dos Fuerzas Aéreas, el general alemán Gerhartz y el jefe de la fuerza aérea israelí Amikam Norkin. Gerhard volaba ayer en su caza hasta la frontera con el espacio aéreo austriaco para escoltar personalmente a Norkin y a sus aviones hasta Nörvenich. »No solo somos colaboradores, somos amigos», ha confesado el general alemán, emocionado por la posibilidad de hacer realidad el sueño que estas maniobras suponen para muchos mandos del ejército germano.
El inicio de las maniobras coincide con actos conmemorativos del 75º aniversario del final de la II Guerra Mundial en lo que fue el campo de concentración nazi de Dachau y también con el recuerdo de la sangrienta toma de rehenes en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972. Se trata de un «acontecimiento muy emotivo para todos», explica un oficial israelí nieto de un superviviente del Holocausto y que resume el sentimiento de los soldados israelíes que participan en las maniobras. «Durante los últimos años, las fuerzas armadas de los dos países se han acercado mucho», dice, «en particular en el campo de la inteligencia, por lo que estas maniobras son el reflejo de un intenso trabajo conjunto que a menudo no aparece a la vista del público».
Combatir el antisemitismo
La Fuerza Aérea alemana ya participó en ejercicios conjuntos en 2019 en el desierto israelí del Néguev. Esta es, sin embargo, la primera vez que el Ejército de Israel realiza maniobras en suelo alemán. Entre los pilotos israelíes figuran varios descendientes de víctimas del Holocausto y participan en la conmemoración a la que asiste la ministra alemana de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, en el memorial del campo bávaro. La delegación alemana y la israelí depositarán conjuntamente una corona de flores y el nieto de un superviviente pronunciará un discurso, antes de que el rabino Mendel Moraity termine el acto con una oración. La «señal conmovedora de nuestra amistad hoy es que, por primera vez en nuestra historia, volamos juntos», resume el general Gerharz, «nuestra misión hoy es combatir el antisemitismo con la mayor firmeza posible».
Un escuadrón germano-israelí sobrevolará hoy, además, la base aérea de Fürstenfeldbruck, el lugar donde murieron la mayor parte de los once atletas israelíes asesinados durante la toma de rehenes a manos del grupo terrorista Septiembre negro. En un plano estrictamente militar, Israel va a desplegar para estos ejercicios conjuntos en la base aérea de Nörvenich seis aviones de caza F-16 «Barak», dos Boeing 707 y dos Gulfstream G-550. Los dos ejércitos del aire participarán también junto con otros países miembros de la OTAN en maniobras en el marco del ejercicio internacional «MAG Days», que se organiza cuatro veces por año. Las fuerzas aéreas también efectuarán decenas de vuelos simulando combates entre aviones, operaciones aire-tierra y tierra-aire.
Alemania registra desde hace años un desalentador resurgimiento del antisemitismo y las Fuerzas Armadas han estado en el punto de mira tras ser desmantelado un grupo interno, en el que había también algunos mandos, que perseguía objetivos neonazis. La ministra de Defensa ordenó por este motivo antes del verano la disolución de una rama de las fuerzas especiales y, gracias a su iniciativa, tienen lugar ahora estas maniobras conjuntas que mostrarán la posición ampliamente mayoritaria al respecto de los soldados alemanes y de sus cuadros de mando.
