Juzgan a la española acusada de cortar el dedo a una mujer para pedir un rescate en México

La Fiscalía pide en sus conclusiones provisionales 21 años de prisión para una española acusada de participar en 2017 en México en el secuestro de una mujer a la que retuvieron más de dos meses y a la que cortaron un dedo para enviárselo a su marido, al que exigieron seis millones de dólares.

La Audiencia Nacional ha señalado para este lunes el juicio de Isabel M.G.D.S., para quien el Ministerio Público solicita dicha pena como presunta autora de los delitos de detención ilegal, lesiones e integración en organización criminal.

La víctima estuvo retenida en una vivienda de la ciudad de San Miguel de Allende, situada en el Estado mexicano de Guanajuato, desde el 13 de marzo hasta el 30 de mayo de 2017.

En esa fecha fue liberada en la zona de Cienaguita tras ser alertados los secuestradores por la procesada de que su marido había sido detenido y que el paquete con un dedo y una carta de la mujer para su marido no había llegado a su destino, según explica el Ministerio Público.

Se da la circunstancia de que el marido de la acusada estaba reclamado por Chile para hacer frente a un proceso por un presunto delito de atentado terrorista con resultado de muerte perpetrado contra una autoridad.

La Fiscalía relata que Isabel M.G.D.S. a principios de 2017 acordó cometer un secuestro con un grupo de personas, contra las que se sigue un procedimiento distinto y entre las que se encontraba su marido.

Añade que algún tiempo después de su boda, con la excusa de celebrar su enlace, la procesada y su marido arrendaron una casa, donde residían habitualmente la víctima, Nancy, y su esposo, Alain, ambos franceses, y así consiguieron ganarse su confianza.

La obligaban a desnudarse y la grababan
El fiscal relata que Nancy salió sobre las once de la mañana del 13 de marzo de 2017 de su domicilio y se dirigió en su vehículo al centro de San Miguel de Allende y como acostumbraba aparcó sobre las once y cuarto en un estacionamiento.

Cuando caminaba por una calle de la colonia de Guadalupe fue abordada por dos hombres que inicialmente simularon entregarle un ramo de flores pero enseguida la agarraron, empujaron e introdujeron por la fuerza en una camioneta en la que la condujeron hasta una vivienda que tenían preparada para los secuestros, señala el fiscal.

Según el escrito de la Fiscalía, la mantuvieron encerrada en una habitación de pequeñas dimensiones con dos cámaras de vigilancia, donde la custodiaron tres hombres que accedían al lugar con monos blancos, máscaras de gases, lentes en la cara y guantes y que portaban armas largas.

Los secuestradores se comunicaban con ella por escrito y con un código de luces y la obligaron a informarles del patrimonio que poseía su marido así como a facilitarles su teléfono y su correo electrónico.

En ocasiones accedían a la habitación, la obligaban a desnudarse, la golpeaban y la mojaban con agua y luego la fotografiaban y la grababan con un móvil y le hacían escribir cartas a su marido rogándole que pagara el rescate.

Ya en el mes de mayo, sin que conste la fecha exacta, le inyectaron lidocaína, le cortaron un dedo y la grabaron pidiendo clemencia y posteriormente la obligaron a escribir una carta a su marido y otra dirigida al dueño de un restaurante para que entregara a Alain la misiva y el dedo.

Sin embargo el fiscal recuerda que el 30 de mayo la procesada alertó a los secuestradores de la detención de su marido y de que el paquete con las cartas y el dedo no habían llegado a su destino.

Ante esta circunstancia los secuestradores colocaron a Nancy unos audífonos y una bolsa negra de tela en la cabeza y la llevaron en un vehículo durante unos quince minutos hasta la zona de Cienaguita, donde la liberaron.

El fiscal relata que además a lo largo del cautiverio la procesada, su marido y el resto de integrantes del grupo contactaban por diversos medios con el esposo de la secuestrada para que pagara un rescate, siendo la cantidad inicialmente exigida para su liberación de seis millones de dólares.