La empresa de formación tecnológica Keepcoding ha destacado cuatro de los ciberataques más populares actualmente en España. ABC consulta con hackers y expertos las claves para que el usuario pueda detectarlos a tiempo y evitarlos.
Ransomware
Posiblemente, el virus que más daño está haciendo a las empresas españolas en estos momentos. Capaz de secuestrar el equipo del usuario por medio del cifrado de datos, este tipo de «malware» atacó con exito en los últimos meses del año pasado a compañías como Prisa Radio, Prosegur o Everis. El objetivo que persiguen los cibercriminales es que la víctima pague un rescate para recuperar el control. «Creo que este tipo de ataques seguirán creciendo porque están teniendo éxito. Los ciberdelincuentes buscan modelos replicables que puedan usar contra más compañías. Por desgracia, los últimos ataques a nivel internacional lo han demostrado», explicaba recientemente a ABC Ricardo Maté, director general de Sophos Iberia.
Normalmente, los virus de tipo «ransomware» llegan al usuario camuflados en forma de archivo adjunto dentro de un correo electrónico. «Como en cualquier ataque, para protegerse de un «ransomware» es vital el empleo del sentido común. Es importante que, antes de descargar cualquier archivo, prestemos atención al correo del que procede. Si lo conocemos y, en caso de que así sea, si tiene sentido que nos envíe el documento, ya que podría tratarse de un caso de suplantación de identidad», dice a este diario José De la Cruz, directo técnico de la firma de ciberseguridad Trend Micro Iberia.
El experto también destaca la importancia de tener la mejor protección posible instalada en el dispositivo: «Es importante contar con un buen antivirus capaz de detectar este tipo de ataques. Evidentemente, la protección total no existe, pero una buena solución ante amenazas avanzadas puede evitar disgustos innecesarios».
Phishing
Uno de los ataques que más quebraderos de cabeza causan a los particulares. El «phishing» es un tipo de estafa en la que el delincuente, valiéndose de ingeniería social, trata de engañar al usuario para que revele sus datos personales. Suele estar enfocado especialmente al robo de contraseñas de plataformas comerciales, como Amazon, y de cuentas bancarias. «Como decía antes, es muy importante utilizar el sentido común. En el caso de las estafas que tratan de robar la cuenta del banco del usuario, hay que saber que los bancos no entran en contacto con el cliente por medio de correos electrónicos o vía SMS para pedirle sus credenciales. Es algo muy raro. Yo diría que no ocurre con ninguna entidad. En caso de que tengamos una duda, lo recomendable es llamar por teléfono a nuestro banco y consultarlo», apunta De la Cruz.
Adware
El «adware» es bastante habitual en aplicaciones móviles. Especialmente dentro del entorno de Google Store. Se caracteriza por mostrar anuncios no deseados que pueden sobrecalentar el dispositivo y desgastarlo progresivamente. «Está muy asociado con la instalación de software «gratuito». Digo gratuito entre comillas porque no hay nada gratis en este mundo. De una forma u otra acabas pagando. Un buen ejemplo del uso de «adware» lo podemos encontrar en aplicaciones como la clásica linterna. Antes de que los «smartphones» contasen con esta funcionalidad preinstalada era bastante habitual que se recurriese a las «apps» de terceros para contar con ella. El problema es que estas aplicaciones muchas veces te piden acceso a tus contactos, a la cámara y a tus datos de navegación entre otras cosas. Lo que debemos preguntarnos es, ¿para qué quiere una «app» que funciona como una linterna toda esa información», explica De la Cruz.
Por su parte, el hacker Deepak Daswani destaca a este periódico la importancia de contar con un bloqueador para el navegador y mantenerlo actualizado para evitar el problema. También hace hincapié en la importancia de tener cuidado con lo que descargamos en nuestros dispositivos: «Hay que revisar lo que instalamos. En ocasiones pensamos que estamos descargando una aplicación cuando, a su vez, damos permiso para que se instale un tipo de «adware» por no haber leído las condiciones de uso».
WiFi Hacking
Cuando nos conectamos a una red WiFi abierta hay cierta información que no se debe consultar. «Por lo general, la gente tiene la percepción equivocada de que utilizar una red WiFi abierta no tiene ningún tipo de peligro para la seguridad de los datos almacenados en el dispositivo que esté conectado, por lo que no toman las medidas necesarias para garantizar la protección de su información», afirma en un comunicado Eusebio Nieva, director técnico de la empresa de ciberseguridad Check Point para España y Portugal. Y es que este tipo de redes pueden ser explotadas por los ciberdelincuentes con el fin de robarle los datos a los usuarios. Por eso, cuando el usuario se conecta, debe tomar precauciones.
«Las WiFis abiertas se pueden emplear para el tráfico habitual, para leer las noticias y ese tipo de cosas. Sin embargo, no se deben emplear para transacciones comerciales, consultar información sensible, como la bancaria, o entrar en el correo del trabajo», apunta Daswani. El director técnico de Trend Micro, por su parte, destaca que muchos cibercriminales se dedican a crear redes WiFi ficticias que tienen como único objetivo robar los datos del internauta: «Eso ocurre mucho en los aeropuertos, por ejemplo. Eso permite ver todo lo que los usuarios hacen en sus dispositivos cuando están conectados y robarles contraseñas y demás».