A las 12:53 p. m. del martes una enfermera del Hogar de Adultos Mayores de las Fuerzas Armadas se comunicó con la familia del primer teniente pensionado de la Marina de Guerra, Silvestre Heredia Mercedes para informarles que éste tenía gripe, y pedirles que mandasen medicamentos para nebulizarlo. Dos horas después, el hombre murió. A las 4:40 p. m. la familia lo supo.
El oficial del día del asilo fue quien llamó a la familia con la mala noticia. Dijo que el anciano había tenido problemas para respirar y que no había una mascarilla para nebulizarlo. Aseguró que no se trataba de coronavirus porque el señor no tuvo fiebre.